lunes, 13 de diciembre de 2010

Asegurar la continuidad social, Ejercer un control social

Todos los días lo mismo. Odio el colegio. No sé porque mis padres me obligan a ir a éste. Todos los días tengo que llevar uniforme, tengo que llegar antes al cole porque para poder subir a la clase tengo que hacer la fila y que el profesor venga para subir con el. Después en clase, hasta que él no se sienta, nosotros tampoco podemos hacerlo, ¡ni que fuera la mili!

En mi clase sólo hay chicos, pero en el otro piso del colegio, están las chicas, pobre de ellas, porque por lo que  me han contado mis compis, no les dejan ni llevar camiseta de tirantes porque dicen que nos provocan. ¡¡Pero si sólo somos niños!!

Creo que soy el bicho raro de clase, porque todos los demás si que rezan hasta en casa y le gusta ir los domingos a misa, además de que nunca se les escapa ninguna palabrota y yo soy siempre el que esta castigado.

Encima, y para colmo lo que menos me gusta es que a pesar de que yo no creo en la iglesia todos los días tengo que rezar el padre nuestro al menos una vez, sin incluir que los días festivos tengo que ir a misa a escuchar al director que es cura y el cuál me lleva a su despacho de vez en cuando a leer y copiar cualquier trozo de la biblia cada vez que me castigan ¡Vaya asco de cole!

1 comentario:

  1. Hola Borja.
    Acabo de entrar por primera vez a tu blog. Creo que debes darle mucha más "caña". Si quieres mejorarlo, te aconsejo que entre en "recomendaciones blogueras" en el blog de la asignatura y mires los comentarios de tus compañeros. Ánimo de cara al segundo cuatrimestre!

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